En la actualidad se presentan muchas dudas sobre la hepatitis B. Las más comunes son: ¿Cómo se transmite?, ¿Cuáles son los síntomas?, ¿Cómo se previene?, ¿Cómo puedo saber si la tengo?, ¿Tiene tratamiento?, entre las más principales; te presentamos en este artículo algunas pautas que debes tener en consideración sobre esta infección.
La hepatitis B es una infección hepática causada por el virus (VHB). Puede causar enfermedad crónica del hígado y conlleva un alto riesgo de muerte por cirrosis y cáncer hepático. El virus de la hepatitis B se transmite por medio de sangre o fluidos corporales de una persona infectada a otra. También por exposición percutánea o de las mucosas a sangre o diferentes líquidos corporales infectados, así como a través de la saliva, líquidos menstruales, vaginales y seminales. Debemos enfatizar que no se transmite por alimentos o agua contaminados, ni tampoco por contactos ocasionales en el lugar de trabajo. Un oportuno diagnóstico se hace mediante un análisis de sangre y por lo general aparece entre la novena y doceava semana de infección.
La mayor parte de las personas afectadas no presentan síntomas durante la infección. Sin embargo, algunas desarrollan un cuadro agudo con síntomas que duran varias semanas e incluyen coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia), orina oscura, fatiga extrema, naúseas, vómitos y dolor abdominal.
Según la Organización Mundial de la Salud, se recomienda aplicar la vacuna contra la hepatitis B a todos(as) los(as) lactantes lo antes posible; de preferencia en las primeras 24 horas. La dosis inicial deberá ir seguida de dos o tres dosis para completar la serie primaria. La serie completa de vacunas genera anticuerpos que alcanzan niveles de protección al 95%. Esta protección dura por lo menos 20 años. Además, cualquier persona puede iniciar el esquema de vacunación independientemente de su edad.
Debemos tener en cuenta que si has recibido la vacuna contra la hepatitis B, los resultados podrían indicar que tienes la infección, sin ser esto concluyente, por lo que debes siempre mencionar las vacunas que has recibido en los últimos años. Esta información será importante para tu médico(a).
No existe un tratamiento específico contra la hepatitis B aguda. Es bueno que un(a) médico pueda indicarte las pautas que puedas necesitar para sentirte mejor. Las medidas mayormente se centran en mantener el bienestar y el equilibrio nutricional, que incluye reponer los líquidos perdidos por los vómitos y la diarrea.
Ante la infección aguda (en los primeros 6 meses de la infección) hay que tener en cuenta que por lo general suele resolverse sola sin tratamiento alguno; sin embargo la infección crónica (pasado seis meses de haber obtenido la infección) debe ser observado y controlado por un(a) médico(a).