Aftas Bucales: ¿Debería preocuparme? ¿Tienen que ver con el VIH?

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Si alguna vez te ha salido una llaga blanca en la boca que duele más de lo que parece… tranquilo, no estás solo. Probablemente era una afta bucal, y aunque pueden ser molestas, en la mayoría de los casos no son peligrosas ni están relacionadas con enfermedades graves.

Pero ojo, hay muchos mitos alrededor de las aftas. Uno de los más comunes es: “¿Y si esto tiene que ver con el VIH?” Vamos por partes y despejemos dudas.

¿Qué son exactamente las aftas? 

Las aftas son pequeñas lesiones ovaladas, blancas o amarillas, que pueden salir en cualquier parte de la boca: en la lengua, las encías, el paladar, por dentro de los labios o incluso en la garganta.

No son contagiosas, no tienen pus ni bacterias, y aunque pican o arden (sobre todo cuando comes algo picante o ácido), tienden a desaparecer solas en unos días.

¿Tienen algo que ver con el VIH? 

No, tener aftas no significa que tengas VIH.

Sin embargo, las personas con VIH pueden tener aftas con más frecuencia, ya que su sistema inmunológico está comprometido. Además, como una afta es una llaga abierta, podría facilitar la transmisión del virus si hay contacto directo con fluidos corporales infectados. Pero ten en cuenta que: el hecho de que tengas una afta NO es un síntoma definitivo de VIH.

¿Por qué me salen aftas?

Por diversas causas, entre ellas: 

  Mordeduras involuntarias o roce con la dentadura.

  Ingredientes agresivos en pastas dentales o enjuagues.

  Comida muy caliente o con químicos irritantes.

  Estrés.

  Alergias alimentarias.

  Cambios hormonales.

  Fumar.

  Enfermedades del sistema digestivo.

También puede pasar que tu sistema inmune esté un poco debilitado y por eso se te hagan más frecuentes.

¿Cómo se trata?

Lo bueno es que la mayoría de las aftas se curan solas en 7-10 días. Pero puedes mejorar con las siguientes recomendaciones:

  Evitar alimentos muy calientes, picantes o ácidos.

  Mantener una buena higiene bucal.

  Y sobre todo, reducir el estrés.

Si la afta no se cura en más de dos semanas, es muy grande, muy dolorosa o te aparecen muchas al mismo tiempo, es momento de ver a un especialista. Mejor saber qué está pasando que vivir con la duda,

No te asustes ni te automediques. No todo lo raro en la boca tiene que ser algo grave, pero tampoco lo ignores si es recurrente o muy incómodo.

¿Sigues con dudas o las aftas no se van?

Si bien en la mayoría de los casos no representan un problema grave, la evaluación médica oportuna es fundamental para descartar cualquier condición subyacente y recibir el tratamiento adecuado. Reserva tu cita y sal de dudas. Tu bienestar comienza con una revisión a tiempo.

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