Recibir un diagnóstico de VIH puede ser un momento difícil, abrumador y cargado de emociones. Es natural sentir miedo, confusión o incertidumbre sobre lo que depara el futuro. Sin embargo, este diagnóstico marca el inicio de un camino en el que puedes tomar el control de tu salud y bienestar. A continuación, te ofrecemos algunos pasos clave para comenzar:
Primeros pasos:
♦ Acepta y comprende tus emociones: Sentimientos como el miedo, la tristeza o la ansiedad son completamente normales. Date permiso para sentir y procesar estas emociones.
♦ Busca apoyo: Hablar con alguien de confianza, como un amigo, un familiar o un profesional de la salud en quien confíes.
♦ Verifica la información: Asegúrate de que el diagnóstico sea correcto y confiable.
Lo siguiente:
♦ Acude a un especialista: Un médico infectólogo o un profesional de la salud especializado en VIH.
♦ Inicia el tratamiento: El tratamiento antirretroviral (TAR) puede controlar el virus, proteger tu sistema inmunológico y mejorar tu calidad de vida.
♦ Infórmate sobre el VIH: Aprende lo necesario, pero evita sobresaturarte de información que pueda generar más angustia, evita fuentes no confiables.
♦ Avisa a tus parejas sexuales: Si es posible, comunica tu diagnóstico a tus parejas para que puedan hacerse la prueba y recibir atención médica si es necesario.
Más adelante:
♦ Adopta y mantén un estilo de vida saludable: Una alimentación balanceada, ejercicio regular y un sueño adecuado te ayudarán a mantenerte fuerte.
♦ Cuida tu salud mental: No dudes en buscar ayuda profesional si te sientes abrumado por el estrés, la ansiedad o la depresión.
♦ Puedes participar en programas de apoyo: Grupos de apoyo, sesiones de consejería y actividades educativas pueden ser herramientas valiosas para sobrellevar el proceso.
En cuanto al proceso de aceptación del diagnóstico de VIH, esta puede ser un proceso emocionalmente complejo que varía de una persona a otra. Según el modelo de Elisabeth Kübler-Ross, la aceptación suele desarrollarse en las siguientes fases:
♦ Fase 1: Negación
Se puede pensar o expresar “No creo que sea cierto”, “Esto no me puede estar pasando a mí”, “Es un error del laboratorio”, “No creo que tenga VIH porque no tengo síntomas”.
♦ Fase 2: Ira
Se puede pensar o expresar “¿Por qué a mí?”, “Esto pasó por mi culpa”, “Esto es la culpa de él o ella”.
♦ Fase 3: Negociación
Se puede pensar o expresar “¿Qué puedo hacer para cambiar este diagnóstico?”, ¿Puedo cambiar mi estilo de vida para evitar el avance del VIH?”.
♦ Fase 4: Depresión
Se puede pensar o expresar “Mi vida se acabó con el VIH”, “Me siento sin esperanza”, “Mi vida se ha truncado por esto”, “¿Para qué seguir adelante?”.
♦ Fase 5: Aceptación
Se puede pensar o expresar “Acepto mi diagnóstico”, “Me voy a enfocar en el presente y ya no en el pasado”, “Ahora comprendo que el VIH es solo una parte de mi vida y puedo seguir adelante”.
Es importante recordar que cada persona atraviesa estas fases a su propio ritmo, y aceptar el diagnóstico no significa que desaparezcan por completo las emociones desagradables. Estas son parte de la experiencia humana y no definen tu fortaleza.
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Fuentes bibliográficas: