El preservativo es uno de los métodos más efectivos para prevenir infecciones de transmisión sexual (ITS), incluido el VIH, y también es una excelente opción para evitar embarazos no planificados. Su accesibilidad, facilidad de uso y alta efectividad lo convierten en una herramienta esencial para una vida sexual saludable y responsable.
Beneficios del uso del preservativo:
- Protección contra ITS y VIH: Es el único método anticonceptivo que protege contra las infecciones de transmisión sexual.
- Prevención del embarazo: Usado correctamente, tiene una efectividad del 98%.
- Sin efectos secundarios hormonales: A diferencia de otros métodos anticonceptivos, no afecta el equilibrio hormonal.
- Fácil acceso y uso: Disponible en farmacias, centros de salud y dispensadores gratuitos en algunos lugares.
- Mayor disfrute y confianza: Ayuda a reducir la ansiedad y permite disfrutar de la intimidad con tranquilidad.
Mitos y realidades sobre el preservativo:
♦ «El preservativo reduce el placer». Falso; existen opciones ultrafinas que mantienen la sensibilidad. Además, el placer también está en la seguridad.
♦ «No es necesario si confío en mi pareja». Falso; la prevención es un acto de autocuidado y cuidado mutuo.
♦ «Se rompe con facilidad». Falso; si se usa correctamente y se almacena en condiciones adecuadas, es altamente resistente.
Cómo usarlo correctamente:
♦ Revisa la fecha de vencimiento y el estado del empaque antes de abrirlo.
♦ Ábrelo con los dedos, nunca con los dientes ni objetos punzantes.
♦ Colócalo antes de cualquier contacto genital, no solo antes de la eyaculación.
♦ Sujeta la punta y desenróllalo hasta la base del pene.
♦ Después de usarlo, retíralo con cuidado, haz un nudo y deséchalo en la basura (no en el inodoro).
Usar preservativo es cuidar de ti y de tu pareja. Es un acto de responsabilidad, respeto y amor. Hablemos de su uso con naturalidad, sin vergüenza, y disfrutemos con seguridad. ¡Protégete y vive tu sexualidad sin preocupaciones!
Si tienes dudas sobre su uso o necesitas orientación en salud sexual, agenda una cita en consejería. Y si notas alguna lesión o molestia, no esperes: un chequeo médico a tiempo puede marcar la diferencia.