Desde que nacemos, las personas tenemos distintos tipos de necesidades, como alimentarnos, tomar agua, descansar, entre otras. Estas necesidades tienen en común, que el resto de personas las pueden ver fácilmente cuando las necesitamos, pero también tenemos otras necesidades que son más difíciles de identificar, e incluso pueden ser difíciles de identificar para nosotros mismos. Estas son las necesidades afectivas.
El afecto es una expresión de estima a algo o alguien. Es definido como la acción a través de la cual una persona o ser humano le demuestra su amor o cariño a otra o varias personas.
Para nuestro desarrollo integral como seres humanos, el afecto es tan importante como alimentarse y descansar bien, puesto que este influye de forma positiva en la percepción que tenemos sobre nosotros(as) mismos(as). Es muy difícil que nos amemos a nosotros(as) mismos(as), si no hay otras personas que nos quieran y nos acepten tal como somos.
Todas las personas tenemos la necesidad de amar y ser amados, pero a veces nos puede costar expresar ese afecto a los demás. El afecto, es tan relevante para las personas, que en ocasiones podemos sentir que nadie nos quiere, ama o estima, y aunque es posible que esto no sea cierto, nos termina afectando mucho. Ante este tipo de pensamientos, debemos saber que siempre hay personas que se interesan en el bienestar de nosotros(as), y es posible que no nos hayamos dado cuenta o tal vez no se demostró con claridad. Así que es importante que en todas nuestras relaciones (por ejemplo, pareja, familiares, amigos/as, entre otros), podamos expresar nuestro afecto a través de distintas manifestaciones, que nos permitan demostrar que tanto valoramos a las demás personas.
A medida que pasa el tiempo, reforzamos comportamientos que no nos permiten expresar el cariño o estima que sentimos por los demás. Por eso es importante que nuestras relaciones guarden un equilibrio en nuestras vidas, manteniéndonos saludables a lo largo del tiempo.
